Sentidos que llegan a mi corazón,
y todo continúa girando a mi alrededor.
Mas yo pienso que es tan solo tu recuerdo
pero veo que el ardor que siento dentro no es solo eso,
no, es más que eso, es verdadero,
no es ningún juego, es amor y solo eso.

Porque gris el cielo no se vuelve
si no es por las nubes,
porque el verde de la hierba
con mucha agua se consigue,
porque si tu corazón ha dejado de latir,
mejor será que me aleje de aquí,
que desaparezca y deje de sufrir,
pues si el amor es ternura,
yo no sé qué me pudo ocurrir.

Largos caminos se pierden en el lejano horizonte,
otros nuevos aparecen al llegar la medianoche,
el rugir de cada ola,
el suspiro de dos bocas
en un jardín de amapolas,
que juguetean ardientes,
pegadas las dos personas.

Mas la envidia del destino los separa,
el muy mezquino, los aleja de sí mismos,
dejándolos sin sentido de un fino hilo tendidos,
sin responder las preguntas que ellos hacen entre llantos,
de porqué se les aleja si aún están enamorados,
de porqué se les separa, de porqué vivir no pueden,
si ellos nunca han hecho daño, si no provocan engaños,
porqué a través de los años conseguirá el ruin destino
que ninguno lo recuerde, que ninguno aquello extrañe,
que estén siempre condenados,
que yazcan abandonados en un terreno desnudo,
sin más amparo que el dolor de no tenerse,
de haberse perdido antaño,
de aún sentirse vinculados,
de lamentar no tener sus corazones atados,
el amor como candado
y el sentido común y la razón sencillamente…
abandonados.