Si pudiera mirar al cielo y no verlo negro. Si pudiera caminar por la hierba sin pincharme. Si pudiera correr, correr, llegar muy lejos, a ningún sitio, adonde nadie me pueda encontrar, al abismo más profundo, junto al mar. Si pudiera amarte sin más.

Si pudiera volver al pasado y no dejarlo pasar. Si pudiera atarme a ti tan fuerte que no nos pudieran separar. Si pudiera encontrarte hoy, como ayer, bajo la luz de la luna, sonriendo, buscando mis abrazos, sin más.

Si pudiera sonreír una vez más, si pudiera arreglar el mundo sin piedad. Si pudiera buscar en tus ojos la respuesta a la verdad, descuartizar las mentiras y repartir sus pedazos por el mar. Si pudiera tan solo amarte una noche más…

No encontraría respuestas más allá de la esquina. No podría volver atrás aunque quisiera. No se puede cambiar el tiempo, ni el pasado ni el presente ya. El futuro está por llegar. Y aun así me desespera no poderlo modelar. Me desencaja el corazón no saber qué vendrá. Si seguirás conmigo, aunque sea en la distancia, atormentándome cada noche al recordar. Me gustaría saber qué pasará. Me gustaría saberlo, sí. Y me gustaría saber, además, si llegará el día –Dios no lo quiera– en que te arrepentirás.