Alberto García Watson (1967) es analista político, activista del ISM (International Solidarity Movement), corresponsal de Hispan TV en Beirut y militante del PCE. Participó en la II Flotilla de la Libertad que viajó a Gaza como parte de “Rumbo a Gaza”, un proyecto solidario que pretende romper el bloqueo israelí sobre la Franja. La masacre de Sabra y Chatila marcó su adolescencia y le motivó para comenzar a luchar por los derechos de los palestinos.
El Nuevo Fígaro: Después de extenderse por Irak y Siria, las fuerzas del Estado Islámico han llegado al Líbano. Como consecuencia, se han producido numerosos enfrentamientos con el Ejército del país, destacando especialmente la Batalla de la ciudad fronteriza de Arsal a principios de agosto, que acabó con la victoria de las fuerzas libanesas. ¿Cómo valora la situación y el futuro próximo en El Líbano tras estos enfrentamientos?
Alberto García: Ante todo hacer una pequeña corrección: el terrorismo takfirí ya lleva implantado en el Líbano más de diez años, células terroristas vinculadas a AlQaeda como las “Brigadas Abdullah Azzam” vienen operando en territorio libanés mucho antes incluso de que comenzara el conflicto en Siria. Por otra parte, la batalla de la fronteriza localidad de Arsal queda lejos de haber sido ganada, tanto los militantes del grupo ISIL como los insurgentes del “Frente Al Nusra” tan solo replegaron sus fuerzas hacia la cadena montañosa de Qalamoun en territorio sirio y hace tan sólo dos días que la inteligencia militar libanesa era conocedora de que volverán a atacar Arsal próximamente antes de la llegada del invierno. Los terroristas takfiríes lograron matar a más de veinte soldados libaneses y secuestrar a al menos otra veintena de los cuales han decapitado ya a tres.
Mi valoración sobre la situación de este país ante la amenaza terrorista yihadista es hasta cierto punto sombría, primero por las discrepancias existentes entre las diferentes facciones políticas, situación que no ha posibilitado la elección de un presidente de consenso y segundo porque el Líbano cuenta con un ejército extremadamente frágil que no puede hacer frente al reto de la defensa de sus fronteras al noroeste con los terroristas takfiríes procedentes de Siria y por el sur ante las continuas violaciones de la soberanía libanesa a manos del régimen israelí. Al ejército libanés se le prohíbe armarse para poder hacer frente a estas dos amenazas porque según los Estados Unidos y la entidad sionista estas armas podrían poner en peligro la seguridad del régimen hebreo.
ENF: Cada vez más expertos coinciden en que el Estado Islámico es una creación de Israel y Estados Unidos. ¿Está de acuerdo? ¿Cuáles son sus intenciones?
A.G.: El “Estado Islámico” es una extensión de Al Qaeda y todos sabemos quién está detrás de la creación, financiación, apoyo logístico y militar de esta banda mercenaria: tanto Estados Unidos como Gran Bretaña; tanto la entidad sionista como Arabia Saudí y Qatar. Todos ellos son responsables directos de la aparición en el escenario de Oriente Medio del fenómeno yihadista, creado a toda costa para derrocar en un principio y a cualquier precio al presidente sirio Bashar Al-Assad. Hasta el momento han conseguido exactamente lo contrario y la aplastante victoria de Al-Assad en las elecciones presidenciales del pasado junio, unida a las victorias militares en las que ha contado con la ayuda de Hezbollah corroboran esto.
ENF: Próximamente va a viajar a Siria. Después de una guerra de más de tres años, que ha evolucionado hacia muchos enfrentamientos nuevos, ¿cuál cree que será la situación de Siria en el escenario internacional cuando la guerra termine? A pesar de que Estados Unidos ha marcado como supuesta prioridad acabar con el Estado Islámico, no ha dejado de repetir que quiere que Al-Assad abandone el poder.
A.G.: Como corresponsal en Oriente Medio no puedo tan solo operar desde Beirut. La atención mundial está centrada en este momento en Siria y sólo faltan unos trámites para poder cubrir desde el terreno las noticias que desde Siria se generan.
Siria era antes de la guerra un estado fuerte y próspero con un alto nivel adquisitivo y con una educación, sanidad en infraestructuras públicas adalid del estado social del bienestar en la región. En estos momentos, y como causa de la extensa destrucción por la guerra, Siria ha perdido 35 años de progreso. Un país donde cristianos, suníes, chiíes, drusos y alauitas vivían en total armonía. Esta guerra ha conmovido los cimientos de esta armonía confrontando a musulmanes contra musulmanes y a árabes contra árabes. Este fenómeno lleva la marca de Occidente, porque no olvidemos que bajo el subsuelo sirio hay más de 2.500 millones de barriles de crudo, explotados por empresas públicas y en beneficio exclusivo de su estado social. Esto para Occidente es un despropósito, por lo que hará lo posible para meter la mano en los recursos naturales de este país árabe.
El interés estadounidense en acabar con el Estado Islámico es en realidad una cortina de humo; su prioridad en realidad es crear un escenario de terror con la difusión de la decapitación de ciudadanos occidentales (de cuestionable autenticidad) para justificar una intervención militar que en realidad termine por derrocar al presidente sirio. Es prueba de ello el nuevo plan de financiación y entrenamiento de “terroristas moderados”, que lejos de tener como prioridad combatir a los islamistas radicales (muchos de los cuales comenzaron como moderados también) tienen como objetivo primordial acabar con Al-Assad, y esto es admitido abiertamente por el presidente turco Tayip Erdogan, que condiciona su apoyo logístico y el uso de sus bases militares a acabar con Al-Assad como proyecto final.
ENF: Tras la última ofensiva en Gaza, Israel ha salido debilitado en todos los ámbitos, el más importante probablemente sea el de la credibilidad internacional, a pesar del apoyo que recibe de la gran mayoría de gobiernos occidentales. ¿Cómo cree que evolucionará Israel a corto plazo, en los próximos diez o quince años?
A.G.: La última ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza ha demostrado el total menosprecio de este estado terrorista por la legalidad internacional y una total indiferencia por la dignidad humana. Las cifras de mujeres y niños asesinados en esta operación dan muestra de que, a pesar de la gran tecnología militar con la que cuentan, los objetivos civiles eran su mayor prioridad. Afortunadamente, el pueblo de Gaza ha dado una lección de dignidad al mundo y su apoyo a la resistencia armada (como derecho fundamental de todo pueblo que sufre la ocupación) da muestra de que esta guerra en todos los aspectos ha sido ganada por la población palestina y por los combatientes de las diferentes facciones armadas de la resistencia. Israel no consiguió acabar con los túneles ni ha conseguido la desmilitarización de la resistencia, ni ha hundido moralmente a los gazatíes. La batalla que les queda por ganar a los palestinos de Gaza es el levantamiento del bloqueo criminal sobre la Franja, que ha provocado desde su implementación más muertos que todas las operaciones militares juntas.
En el terreno internacional y diplomático asistimos a cómo naciones, como es el caso de Gran Bretaña, han votado en su parlamento de manera aplastante el reconocimiento del Estado Palestino. Suecia ya lo ha hecho y muchas serán las naciones que seguirán el ejemplo. Palestina será libre, Insha’Allah, mientras que el régimen israelí verá un proceso de aislamiento internacional que le llevará, al igual que a Sudáfrica en su momento, a levantar el régimen de apartheid. Entonces se crearán la bases para el establecimiento de un solo estado donde, como en el pasado, musulmanes, judíos y cristianos convivan armoniosamente en un estado multiétnico y democrático con un ciudadano un voto y donde no exista la supremacía racial como norma segregacionista entre su ciudadanía.
ENF: El papel de Irán en la región es cada vez más importante y Estados Unidos anunció el pasado día 1 que desplegaría 2.300 marines en la región para responder más rápidamente “cuando la crisis estalle en un área determinada” y utilizando el pretexto del terrorismo. Esta supuesta alianza entre los grandes de Oriente Medio, como Irán, y Occidente contra el Estado Islámico ¿es real?
A.G.: Irán ya combate al Estado Islámico. Incluso en una visita el 30 de septiembre de un importante enviado de la República de Irán a Beirut, ya se acordó que este país ayudará al Estado libanés en su lucha contra los terroristas takfiríes que habitualmente incursionan a territorio libanés. Irán también ayuda a Siria contra los grupos armados yihadistas, mientras que es Estados Unidos el mayor promotor de los grupos terroristas en la región. Si Estados Unidos tuviera la firme intención de acabar con el fenómeno terrorista, ya habría obligado a Arabia Saudí (su mayor aliado en la región junto con Israel) a detener su apoyo a los grupos terroristas que operan en Siria e Irak intentando implantar un régimen wahabista y extremista.
ENF: Para terminar, volvamos a casa. Según las encuestas, el PP perdería su mayoría absoluta en 2015, el PSOE seguiría bajando y Podemos irrumpiría con fuerza, llevándose a muchos abstencionistas y votantes de izquierda descontentos. ¿Cómo ve el panorama electoral del año que viene? ¿Cree que son necesarias las alianzas?
A.G.: El panorama se ve ciertamente interesante, pero no olvidemos que el voto de la derecha es un voto duro y disciplinado, mientras que las izquierdas son individualistas y anárquicas. Definitivamente, la izquierda debe concurrir junta en este proceso electoral, las disputas en la izquierda le han hecho flaco favor y mucho daño a nuestra democracia, ayudando muy a menudo a consolidar el bipartidismo. Ahora más que nunca, las alianzas son una clara necesidad. De lo contrario, el electorado descontento castigará a la verdadera opción de cambiar nuestra sociedad, concediendo su voto a las opciones fascistas. Esto está ocurriendo en toda Europa y, a pesar de que las sensibilidades ultras están centradas a lo interno del Partido Popular, un día podrían florecer con fuerza.
Entrevista original en El Nuevo Fígaro el 18/10/2014.